


Tienen en la Finca Almendro, alrededor de las instalaciones de la bodega y en orientación sur, parcelas propias donde se cultiva exclusivamente la uva Moscatel.
Si se conoce que para elaborar un litro de moscatel naturalmente dulce se necesitan cuatro kilos de uva, y cinco kilos para la versión con crianza —Terruño Pizarroso— se entiende a la perfección la necesidad de Clara y André por comprar uva a un buen número de pequeños propietarios, campesinos, de los alrededores, que disponen de parcelas pequeñas de viñas viejas.


Ariyanas Blanco Seco 2007
Variedades: 100% Moscatel de Alejandría – Graduación: 13%
Para elaborarlo se vendimia la Moscatel en su punto óptimo de maduración. Se procede al despalillado de los frutos y a un prensado muy suave en una prensa neumática. Después del desfangado mediante trasiegos, el mosto realiza la fermentación en depósitos de acero, mediante el empleo de levaduras seleccionadas para la variedad específica de Moscatel de Alejandría, hasta que alcanza, en esta cosecha de 2007, una graduación de 13% del alcohol por volumen. Un tercio del vino pasa por un proceso de crianza sobre sus propias lías.
La visual del vino es impecable, con una precioso amarillo pajizo con reflejos verdosos, muy limpio y brillante.
Destaca una fascinante nariz, muy aromática y sugerente, donde abundan las notas de fruta en perfecto estado de madurez, con lichies, aromas de uva moscatel, con refrescantes notas de cítricos y hierbas aromáticas de monte. Todo el conjunto presenta un equilibrio muy conseguido, entre notas de madurez y frescor. Por último, las sugestivas notas minerales, pizarrosas, siempre presentes en estos vinos, acaban de dotar al conjunto de una complejidad muy interesante.
En boca, el ataque es de muy buena intensidad, amplio, seco, con una textura grasa que dota al vino de un paso delicioso y muy agradable. Envolvente. Lo mejor, nuevamente, el magnífico equilibrio que se consiguen entre todas las percepciones de madurez y frescor. Muy buena longitud.
Ariyanas Tinto de Ensamblaje 2007 (muestra de barrica)
Variedades: Cabernet Sauvignon, Petit Verdot, Romé – Graduación: 13 %
Tuvimos la oportunidad de catar en primicia el que será el futuro Ariyanas Tinto de Ensamblaje 2007, directamente de barrica, en la que lleva en este momento unos seis meses y en la que deberá estar unos tres meses más antes de que llegue el momento de realizar el coupage definitivo del que surgirá el vino que se embotellará y se comercializará. Actualmente, parte de la uva de las variedades Romé, Cabernet Sauvignon y Petit Verdot realiza una crianza de unos nueve meses en barricas nuevas de roble francés y americano (a partes iguales en la barrica). Este coupage de tres variedades fue el que tuvimos la suerte de catar. Cuando el proceso de crianza haya trascurrido, el equipo enológico y de asesores de la Bodega tomará la decisión final del ensamblaje definitivo con vinos de las mismas variedades de uva que no han tenido paso por barrica, para conformar el producto final.
A pesar de tratarse de una muestra de barrica, el potencial futuro del vino quedó completamente patente. Presentaba un precioso color picota oscuro con reflejos y ribete de tonos púrpura, muy cubierto.
La nariz es muy atractiva, con muy buena intensidad aromática, en la que destaca la perfecta maduración de las tres variedades que forman parte de este coupage previo. Hay una abundantísima concentración de notas de fruta roja en perfecta sazón (cerezas) y también notas de fruta negra. Las maderas están acariciando la fruta con moderación, y el conjunto se muestra en nariz con acordes cremosos de notas tostadas y ahumadas, con un fondo especiado tremendamente sugerente. Una vez más, vuelve a estar patente el carácter mineral, dando las pinceladas precisas al vino para dotarle de complejidad y potencial aromático.La boca es muy frutal, suave y amable, a pesar de que aún está en proceso de crianza en barrica. Los taninos son majestuosos, muy abundantes, carnosos y jugosos, pero perfectamente redondeados ya y sin apenas carácter astringente, ni presencia de ninguna nota de amargosidad. Muy largo, dejando un final de recuerdo a especias dulces.
Un vino del que se vislumbra ya su tremendo potencial y que es de los de más baja disponibilidad de la bodega. Será una tremenda suerte poder conseguir una botella de este tinto.
Ariyanas Naturalmente Dulce 2006
Variedades: monovarietal de Moscatel de Alejandría – Graduación: 13%
Para su elaboración, la uva Moscatel se vendimia en su punto óptimo de maduración polifenólica y se asolea, en paseros, durante cuatro o cinco días, con objeto de que adquiera una mayor concentración de azúcares y acidez, lo que sin duda se reflejará en el equilibrio perfecto del vino en sus aromas y en su paso por boca. Se trata de un vino que, como su hermano mayor Terruño Pizarroso, es un “naturalmente dulce”, por lo que no recibe adición alguna de alcoholes extra durante su proceso de elaboración.
Se trata de un vino emocionante desde el momento en que se vierte en la copa. Su color es ya un disfrute para los sentidos. A la vista, nos regala un precioso vestido amarillo alimonado, con reflejos dorados, con una limpieza y brillantez que parecen ya anunciar sus virtudes organolépticas.
La nariz es pura esencia de fragancias que emocionan desde el primer instante. Aromas intensos pero, a la vez, delicados por su finura, que se abren con franqueza en un abanico amplio, goloso y sugerente de aromas frutales, de uvas maduras, manzanas, cítricos y frutos exóticos maduros y frescos, sobre un delicado lienzo floral de azahar y acacia blanca. Las notas minerales pizarrosas acaban por dotar al conjunto de una armonía y de una gratísima y seductora complejidad.
La boca es intensa, muy frutal, mineral, con una frescura que transporta en equilibrio perfecto una amplia paleta de sabores y aromas frutales, golosos y frescos a la vez, que hacen un recorrido untuoso, a la vez que sedoso y evocadoramente largo.
Un vino que emociona. Con una nariz que embauca como el mejor perfume y te transporta, como en un sueño, a las asoladas laderas con influjo marino en donde nace esta maravilla.
Ariyanas Terruño Pizarroso 2006
Variedades: monovarietal de Moscatel de Alejandría – Graduación: 13%
La elaboración de Ariyanas Terruño Pizarroso sigue los mismos pasos iniciales que el Naturalmente Dulce, pero concluye con un paso de seis meses por barrica nueva de roble francés. Gracias a Clara y André, pudimos catar esta maravilla prácticamente en exclusiva, porque apenas acaba de iniciar su andadura hacia el mercado en estos días. Un vino muy exclusivo, de una complejidad impresionante en perfecta armonía y equilibrio, quizás dirigido a paladares con una cierta experiencia sensorial previa que permita apreciar las extraordinarias virtudes de este “elixir de la Axarquía”. Un vino hecho para evolucionar que, sin duda, pese a ser ya una auténtica maravilla, tendrá que decirnos muchísimas cosas en dos o tres años.
La visual es de un dorado de joya, precioso, limpio y brillante, con una pátina dorada que da pié a la contemplación sosegada de la copa. La lágrima es densa y lenta en su caída, denotando su carácter glicérico y graso que se advertirá luego en la boca.
La nariz es un derroche de aromas, notas, colores, y acordes muy diversos, en una armonía y equilibrio magistrales. La fruta es la base de la paleta aromática, con notas de fruta compotada, dulce de membrillo, manzanas asadas y plátano muy maduro. Miel de tomillo. Al mismo tiempo, aparecen aromas de frutas cítricas, que refrescan el conjunto. Hay sensaciones florales, de flor blanca y flor marchita. Los frutos secos, con notas de almendra tostada, le dan al mismo tiempo, profundidad. La madera surge con moderación y amabilidad otorgando sensaciones cremosas, ligeros ahumados y tostados. Nuevamente, como en todos estos vinos, hay una increíble sensación de mineralizad, de pizarra. En general, un gratísima complejidad y equilibrio en nariz.
En boca, hay miel, cítricos, fruta en compota, frutos secos y notas tostadas y minerales. Muy buena intensidad y amplitud. Llena la boca, con una textura que es maravillosa, con un paso graso y glicérico. El equilibro entre notas dulces y frescas es una de las mejores virtudes de este vino, que invita a seguir bebiéndolo. Tremendamente largo, nos deja durante mucho tiempo sensaciones de todo el conjunto aromático.Un vino para la meditación y el deleite de los sentidos.
Publicado por Mario Cavaradossi en 13 Junio 2008
Gracias Mario por tu aportación.
Felicidades.
Interesante reportaje, hace pocas fechas nos estuvimos documentando para escribir unas líneas en la «Ruta de los Vinos de la Costa del Sol y la Axarquía» sobre la Bodega Bentomiz, pero con vuestro reportaje nos hemos trasladado hasta Sayalonga.
Un saludo
Adictos a los buenos fichajes estamos los akatÁ ultimamente, has visto que articulista hemos fichao. Este Mario dará mucho que leer.
Saludos.
Enormes vinos, paridos en una gran tierra, nada más y nada menos que en la Axarquía, tierra de vinos grandes, tierra de vinos para los angeles, cerca de los azules cielos, tocado el alma de los angeles, sinfonía de uvas únicas, hechos para la historia de la viticultura eterna.
Enhorabuena
BOSCO/BOSCONIO
Que bien se cuida usted, Sr.Bosco, ultimamente ni se acerca por estos lares, pero los Ariyanas si que le llegan, que lo se de buena Carmen tinta.
Sigue disfrutando y me alegro leerte.