Bodega Ronda La Vieja situada en Acinipo, antigua ciudad romana de Ronda, fundada en 2007, año de su estreno con un tinto aromático y estructurado en boca Pililla tinto 2007.
El éxito amén de una cuidada elaboración reside en las cinco hectáreas de viñedos con más de 8 años de antiguedad situadas a 1000 metros de altitud, además de tres hectáreas de nueva plantación, con variedades foráneas tan bien arropadas por Ronda como Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah, Petit Verdot y la nacional Tempranillo.
De su primera cosecha 2007 se obtuvieron 38000 kilos, de los cuales tan solo 2000 han sid destinado para su Pililla Blanco.
A principios de año ha empezado la construcción de la nueva bodega colindante a las ruinas de Acinipo. La apuesta de Verónica para las próximas cosechas a partir de una uva de calidad, bien mostradas en sus actuales vinos, será un paso por barrica y un monovarietal de Petit Verdot.
Cata
Una añada cargada de personalidad y el terroir propio de Ronda. Destaco la estructura en boca, la capacidad de guarda gracias a su excelente acidez fruto de la altura de sus viñedos y el respeto por la esencia base de todo vino, su fruta.
Sin duda una apuesta segura por calidad y precio.
Muestra un picota rojizo muy intenso y ribete pleto de matices violetas mostrando su juventud.
El abanico aromático situa a Pililla entre los escasos vinos jóvenes impregnados de terroir, con notas de tierra roja, dominados por una intensa sensación de fruta negra -moras, ciruelas- que se muestran con frescura y acompañados de matices especiados -pimienta roja y boj- y florales. En boca demuestra raza en su impetuoso ataque que pasea con frescura su viva fruta, resultando rico, intenso, estructurado con ligero amargor y sensación vegetal que la aireación previa termina por domar, con buen final y postgusto goloso y recuerdos de fruta madura.
Armonía
Cata por Antonio Jesús Reina @ 2008
Después de leídos tus comentarios y tu cata, sólo me queda esperar a que pasen los días para que llegue esa cajita que «tenemos apalabrada», compadre… qué buena pinta tiene y qué bien lo has descrito… Estoy deseando catarlo…