¿Cuales son las dos botellas de vino que le costaron 30.000 euros a Cristiano Ronaldo y Georgina Rodríguez?
Desvelamos y analizamos los 2 vinos por los que Cristiana Ronaldo y Georgina Rodríguez, pagaron en el restaurante londinense Scott’s de Mayfair la friolera de 30.940 euros, y más allá del coste, fue el tiempo que tuvieron para disfrutarlos: sólo 15 minutos, evidentemente tiempo insuficiente para terminar las botellas.
1. Richebourg Grand Cru
Un vino por el que Cristiano Ronaldo abonó 20.628 €, que nos llega de la bodega Henri Jayer, y su propietario quién le otorga el nombre a la misma, es considerado el inventor de la pre-fermentación en frío. Sin duda gran parte del éxito de este extraordinario y raro vino a la vez, es la situación de sus viñedos, y tan sólo basta nombrar a sus vecimo: La Romanee y del Romanee-Conti.
Richebourg Gran Cru es un vino tinto Côte de Nuits, de Pinot Noir maderizado, pero ¡ojo¡ al estilo borgoñón, es decir integración, equilibrio y textura sedosa. Un vino con la expresión compleja del Pinot y el toque picante de los Vosne. Un vino que por su carácter mineral no nos dejará indiferentes.
Tenemos que recordar que la web Wine Searcher ubicó a este vino en la lista de los 50 vinos más caros del mundo del 2015. Y la afamada película «Entre Copas» donde se menciona, también ayudó a su éxito hoy día entre famosos y empresarios adinerados.

2. Chateau Petrus 1982
El segundo vino, eclipsado en coste -que dudo que en copa-, Cristiano Ronaldo pagó 10.313 € -que a la vista del coste de Richebourg Gran Cru parece hasta un regalo, lo que son las cosas-, y su coste en tienda es de aproximadamente 7.750 € [En stock en Vila Viniteca], un vino nacido en Pomerol (Burdeos) y con un coupage formado por las variedades Cabernet Franc y Merlot. Chateau Petrus se trata de uno de los más afamados vinos de Burdeos, un vino con garra, un cierto carácter cárnico con notas sanguinas que lo distinguen, unida a su recia textura y toques ahumados y de trufa que se prolongan durante décadas en botella.
Más allá del debate social levantado, de si todo esto es una barbarie, los precios de estos vinos son los que son y todos sabemos que existen. ¿Merece la pena su alto precio? cuando un producto se convierte en exclusivo, el precio lo pone el mercado y no el producto, dicho esto, es evidente por experiencia propia que son vinos que te marcan, muy, muy personales, pero la grandeza es cómo depuran esa personalidad durante décadas, donde otros no pueden llegar, y permanecen vivos abranzado al tiempo «casi» de por vida. Lo cual a pesar de todo, me sigue pareciendo un auténtico disparate que cualquier vino del mundo tenga esos precios, porque hay tantos y tantos viticultores que hace cosas extraordinarias y ponen botellas en el mercado con 2 cifras tan sólo, y les puedo asegurar que igualmente se trata de una experiencia «casi» religiosa.

Fotografía botellas Richebourg: Labarton.com | Fuente de datos: web seguimiento.com