En una pequeña bodega de productores artesados, este inquieto elaborador, asesor vitivinícola y colabarador mediático en diversos formatos y empresas de reconocido prestigio, llamado Jordi Melendo, se ha encargado de la producción de una pequeña ‘cuvèe’ propia, en el privilegiado marco de Le Mesnil, meca del ‘blanc de blancs’, el mejor terruño para la chardonnay.
Desde temprana edad y tras visitar la feria Alimentaria con su padre, empezó a formarse su sueño y su profesión. Para ello hacía burla a la escuela para desplazarse a Sant Sadurni d’Anoia para visitar algunos cavas.
Poco años más tardes y a la temprana edad de 17 años publicó su primer libro sobre cava, formando año más tarde la Asociación Joves Amics del Vi, para pasar más tarde a ser Federación Española y actualmente Federación Internacional, avalada por la Oficina Internacional de la viña y el Vino.
Su adolescencia la cubrió cultivándose y formándose sobre este mundo y la visita a más de 40 paises con tradición vitivinícola. De todos, la región de la Champagne, provocó en Jordi una simbiosis mística que aún perdura, en aquel momento supo que en dicha región le esperaba un trozito de su «yo» más profundo, su cuvèe.
Proyecto arto complicado, al no poseer ni viñedos ni bodegas. Aunque cuando el destino se visualiza tan claro, hay que intentarlo. Para ello elaboró un proyecto para poder producir una pequeña ‘cuvèe’, que remitió a cien bodegas, de las que al menos una veintena contestó. Tras visitarlas y dejarse llevar por su instinto, encontró su destino, la «Maison» Philippe Gone, situada en Le Mesnil-sur-Oger, en la Cóte des Blancs, un lugar privilegiado, situado en la milla de oro de Champaña.
Durante el 2005 participó en la primera vendimia de lo que será su primer cuvée. Meses más tarde realizó el «assemblage» entre los que le ofrecían los enólogos.
Es un placer poder catar este Champagne Philippe Gonet «Cuvèe Jordi Melendo», Blanc de Blancs, Grand Cru 100%, elaborado con una selección exclusiva de las mejores uvas de la casta chardonnay, nacidas en los viñedos de la Côte des Blancs, donde en el que queda reflejada toda la complejidad del «terroir».
Olfativamente se presenta con mucho atractivo, por una parte aparecen notas exquisitas de manzana asada en compota, la melosidad de la miel que se verá reflejada en su graso paso de boca. Los frutos secos aparecen de fondo para unirse a las sensaciones cítricas que refrescan y le proporcionan extraordinario viveza.
En boca se muestra equilibrado, acompañado de buena acidez, donde el carbónico se encuentra muy integrado, dejando sensaciones frescas en el paladar y tersas. El final largo y rico en matices maduros y minerales que se reproducen en el postgusto.
Describir con una palabra este complejo champagne es imposible, pero nuestra soberbia nos lo permite «Una exquisitez querido Jordi».
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