Pan, vino y aceite serán los protagonistas diarios de las propuestas del cocinero Samuel Perea. Estos tres elementos básicos han marcado el carácter de nuestros pueblos a lo largo de la historia, contribuyendo al punto de partida de nuestra alimentación y nuestras tradiciones. La Casa Roja les rinde homenaje.

Además, estos tres productos gozan del reconocimiento en cuanto a sus beneficios para la salud: el pan y el aceite de oliva son la base de una dieta equilibrada y sana, y el vino, en dosis moderadas, un aliado frente a las enfermedades cardiovasculares.

Para lograr extraer todas los aromas y sabores de estos productos, Perea ha recabado la colaboración de tres expertos malagueños: el panadero de Alhaurín el Grande Antonio García, ‘El Colmenero’; el asesor enológico y sumiller Antonio Pacheco; y el responsable del Molino de Aceite de Benagalbón, Nacho Pérez.

EL PAN

El pan por sí mismo tiene categoría suficiente como plato de excelencia en cualquier mesa. Su carácter, su sabor, su textura, su apariencia le confiere valor propio. Así es considerado en La Casa Roja, por lo que Samuel Perea y Antonio García han seleccionado tres tipos de pan excelente que reúnen las esencias de Málaga.

Los comensales podrán degustar el pan integral a base de harina ecológica, el mollete y el pan rústico. García, experto en la elaboración de panes artesanos y ecológicos de gran calidad, es sinónimo de tradición para La Casa Roja.

EL VINO

La bodega de La Casa Roja es una invitación a descubrir el apasionante mundo del vino de la mano del asesor enológico Antonio Pacheco, finalista del Nariz de Oro de Andalucía 2008 y miembro de la Asociación de Sumilleres de Málaga y de la Unión Española de Catadores.

La selección de Pacheco orientará a los comensales para descubrir la diversidad de matices y aromas del vino español y a sentir las sensaciones que aporta cada denominación de origen a su copa.

EL ACEITE

De oliva. Una vuelta a los orígenes. Eso es lo que experimentarán los que acudan a La Casa Roja. Para lograrlo, Perea ha buscado la colaboración de Nacho Pérez, responsable de la marca Benaoliva, de Benagalbón. Este molino usa los métodos tradicionales para la prensa y decantación del aceite de oliva, lo que contribuye a potenciar el sabor y el aroma de este producto.

Como recuerda su autor, los aceites obtenidos proceden de aceitunas del terreno, de las variedades verdial y lechín, exentas de fertilizantes, fitosanitarios u otros productos químicos.

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