Orvalla. En el valle de Sariego(Asturias) sopota una plantación de 36000 manzanos que la mítica familia Masaveu plantó en 1999. Una plantación que ahora casi diez años después, empieza a cobrar sentido. No es un proyecto más dentro de un grupo cuyos intereses son casi inabarcables. Es una iniciativa que tiene en la manzana y en la sidra sus dos protagonistas.
Más allá del concepto de negocio, se trata de la conjunción de tres símbolos asturianos: la sidra, la manzana y la familia Masaveu.

Su pretención es elaborar una sidra con los mismos niveles de calidad y exigencia que si habláramos de un vino de cualquier gran bodega; y un precio razonable. Todo nace de una extraordinaria parcela (Finca Valverán) de más de 84 hectáreas en el pueblo del Rebollal, en la localidad de Sarego.

Se trata de descubrir la sidra, de acercarla a las cartas de los restaurantes, de la misma forma que uno puede encontrar un gran vino; sin perder ese carácter popular.
Cada planta es un mundo: cada variedad responde de una forma distinta al terreno (arcilloso y rico en minrales), a la luz, al agua, a la inclinación del terreno…
Casi diez años después de que se plantaran los árboles iniciales,las primeras botellas están a punto de salir del lagar de la familia Masaveu y llegar al mercado. Serán 20.000 unidades de sidra natural que llevan la marca Valverán. Después vendrán dos variedades más (bajo la misma enseña), la champanizada y la denominada sidra de hielo. Este último es un producto relativamente poco conocido en estos predios asturianos. Su elaboración no deja de ser singular. El fruto permanece en el árbol más tiempo del habitual para que acumule una mayor cantidad de azúcar. Con esta sobremaduración se pueden hacer dos cosas: recoger las manzanas cuando el mercurio marque los 8º o 10º en el campo o bien enfriarlas en unas cámaras especiales. Después se exprime el fruto.
Lógicamente el líquido que se obtiene es menor, pero con un sabor más dulce.
La idea es llegar a alcanzar en el plazo de cuatro años unas 200.000 botellas sumando los tres tipos de sidra. ¿Los precios? De partida, o sea, en bodega, oscilarán entre los 4 y los 20 euros. Es un producto que se sitúa en una horquilla alta, pero a cambio ofrece una calidad diferente. La expansión cubrirá el extranjero donde competirá con las sidras de Normandía o Bretaña. La entrevista concluye con las palabras de Masaveu «Vamos a elaborar una sidra que sea realmente buena, a medias no hacemos nada».
Aunque en la foto de la fuente aparezca el enólogo Mariano García, poco tiene que ver en este proyecto.
Fuente El país dominical «Empresa de sectores»