Descubrimos un proyecto de vida, honesto, sincero que ofrecen vinos para entender un país, un entorno, un mundo. Luberri vinos para el placer
Dentro de nuestra incursión en búsqueda de los mejores vinos del IX Salón Distribuciones Narbona Solis dedicado al Vino y la Gastronomía, destacamos el buen hacer y el equilibrio en las elaboraciones de Florentino Martínez. Los Vinos de Luberri.
Florentino representa el carácter más honesto y auténtico de los vinos de Luberri, una persona afable y llena de sentido común, que elabora vinos que destacan por su equilibrio en cada una de sus 6 referencias. Vinos para disfrutar desde su puesta en el mercado, vinos que nos enseña el perfil frutal de Rioja, así es Luberri.
Familia Monje Amestoy. Luberri Maceración Carbónica 2012 D.O. Rioja
Tempranillo 95% y Viura 5%. Vendimia primera semana de Octubre. Método tradicional de maceración carbónica, que supone la transformación de la uva en vino sin estrujado previo. Los racimos se introducen enteros en depósitos de acero inoxidable con el mayor cuidado para no romper el fruto. La maceración tuvo lugar durante 8 a 10 días, fermentando a temperatura controlada de 24 ºC.
Son sus últimas botellas y evidentemente a punto de ser apartado por la nueva añada 2013 de uno de las mejores referencias de maceración carbónica en Rioja, nos ofreció un carácter que se aleja de la viveza y chispa de este vino recién salido al mercado. Pero nos proporciona una visión de su fruta un tanto más madura, conservando el perfume de flores azules y ligeros toques especiados que aparecen sobre todo en el postgusto. Un vino sabroso y muy rico en fruta.
Familia Monje Amestoy. Biga de Luberri Crianza 2011. D.O. Rioja
Un vino 100% Tempranillo, procedente de la vendimia de la primera quincena de Octubre. Se realizó una selección de uva en viñedo y en mesa tras su recepción, sometido a una elaboración tradicional, fermentado a temperatura controlada de 28 ºC y macerado durante 10 días.
El equilibrio es su mayor expresión, una añada tranquila que no llegará a ser excepcional, pero una vez más demuestra su maestría en la elaboración y sus viñedos de calidad, donde la fruta vuelve a ser protagonista, con una expresión de menor madurez que añadas anteriores, resultando muy fresco y tremendamente amable en boca.
Familia Monje Amestoy. Luberri Monje Amestoy 2007. D.O. Rioja
Un vino con un 90% Tempranillo y un 10% de otras variedades, procedente de un viñedo con una edad media de 35 años y unos rendimientos de 4.500 Kg/Ha. , con poda en vaso guiado. Vendimia manual, durante el mes de octubre se realizó una selección de uva en viñedo y en mesa tras su recepción. Elaboración tradicional, fermentado a temperatura controlada de 28 ºC y macerado durante 14 días. Una crianza en barricas de una edad máxima de cuatro años (30% roble americano y 70% roble francés), durante 12 meses. Se completa en botella durante un mínimo de 20 meses antes de su salida al mercado.
Uno de los vinos estrellas, que se encuentra en un gran momento, dócil, redondo, fresco y complejo. Nos gustará porque es capaz de guiar un gran número de platos, sin exigirnos demasiada atención, va ofreciéndonos aromas de fruta negra madura y toques cremosos de cacaos y vainillas, siempre adornado por un toque balsámico de hierbas de montes. En boca sus taninos son redondos, maduros y envuelven el paladar en fruta, ofreciendo una rica textura, una buena elección sin duda.
Familia Monje Amestoy. Luberri Cepas Viejas 2005. D.O. Rioja
Un vino 100% Tempranillo procedente de un excepcional viñedo viejo de 75 años con un rendimiento bajo de 3.500 Kg/Ha., con poda en vaso guiado y una vendimia manual, con la selección en viñedo y posteriormente en mesa de selección. Crianza en barricas nuevas de roble francés, durante 18 meses.
El único vino que se somete a barricas nuevas, y ciertamente este tipo de viñas viejas así lo demandan, para que la estructura tánica del fruto se iguale a la estructura tánica que ofrece la barrica, para evolucionar de la mano, sin que uno mire por encima del hombro a su compañero de viaje.
Me ha encantado por su personalidad, por sus peculiares aromas especiados que se distinguen entre los vinos riojanos. Un vino elegante y fino, que juega con la copa para ir ofreciéndonos los aromas que encierran su complejidad, fruta madura sin llegar a ser licorosa, notas de sotobosque, de maderas viejas y toques de cuero e incluso ahumados. Cepas Viejas es la referencia donde he percibido el suelo con claridad, un vino con vida, amable, redondo y con buena acidez. Ese vino para una gran mesa y ocasiones que se lo merezcan, porque debemos hacerle partícipe y honores por su importancia.