A punto de cumplir la década desde que Rafael Palacios empezara con su proyecto más ambicioso, dotado de un enorme riesgo debido a la apuesta por los vinos blancos en un país dominado por los tintos como es España. En 2004 empieza en tierras de Valdeorras lo que a día de hoy está considerada una de las mejores bodegas de España.

Una bodega con una extensión de viñedo de 21 hectáreas divididas en 26 parcelas al margen derecho del río Bibei, donde sus suelos arenosos expresan terruño, arenosos gracias a la degradación natural del granito. Hablamos del viñedo más viejo de la zona, con buena exposición solar, lo cual es un índice muy referencial para conseguir la correcta madurez, manteniendo el grado de acidez, lo que nos asegurará una larga vida en botella.

En su primera cosecha en el mercado Sorte O Soro no hace más que recibir elogios, como vino revelación del año de la Guía Peñín y 100 puntos en la Guía Proensa avalan la expresión en copa de Sorte O Soro.

Un vino que lo hemos analizado durante dos días, en primera instancia gracias a Antonio Fernández de Dom Vinos, quién dispuso 2 botellas de este magnífico ejemplar encima de la mesa, para catarlo, pero sobre todo disfrutarlo. Y en segunda instancia y día siguiente junto a su elaborador Rafael Palacios, quién nos ilustró sobre su elaboración y las futuras añadas de este magistral vino.

Rafael Palacios. Sorte o Soro 2011 Val do Bibei. Valdeorras

Godello procedente de una única parcela de 0.47 hectáreas en el Valle del Bibei (O Bolo).

¿Que podemos esperarnos de un blanco perfecto? o sin emplear tautología, diremos un blanco prácticamente perfecto, esperamos que nos emocione, que nos llegue al corazón y perdure en el recuerdo como un acontecimiento único. ¿Lo consigue Sorte o Soro? la respuesta es Si.

Un vino que nos ofrece una enorme intensidad aromática y una magistral paleta de aromas y sensaciones en boca. Brilla por su fruta amarilla, fruta de pelo, con mucho peso y carácter, aparecen recias notas ahumadas, sensaciones de queroseno que junto a su excelente acidez conforman una asociación de altura. Un vino con muchas notas del suelo donde están las viejas cepas que dan lugar a O Soro. En boca su textura cremosa le proporciona grandeza, un banco con grandes dosis de volumen, impregnando todo el paladar de ricas sensaciones, resultando de una estratosférica longitud y persistencia en boca, con un postgusto donde las notas minerales sobresalen. Un vino ancho, voluminoso, de esencia atlántica, donde la grandeza de su fruta sobrepasa cualquier crianza, porque simplemente es ENORME. Felicidades Rafael.

Antonio Fernández (Restaurante Dom Vinos) y Rafael Palacios