Pronunciar la palabra Imperial Reserva cuando hablamos de vinos, seguramente sea seguido por la palabra ¿que añada?.
Un vino capaz de traspasar la barrera del tiempo, una añada para vestir una mesa, terriblemente encantador.
Un 1994 que juega en la división de continuar creciendo en botella, lleno de aromas nobles, de madera vieja, recuerdos anticuario, incienso, regaliz, cuero y toques animales. Un vino soberbio en boca, por su delicada textura y su consabida acidez.